Dios nos pone 5 estrellas

Al ver la estrella se llenaron de alegría

(Mateo, 2,10)

 

Con las estrellas se distingue la calidad de los hoteles. Con las estrellas se premia a los buenos restaurantes. Con las estrellas, de uno a cinco, se califica a los libros, a todo tipo de compras y servicios, y a las personas…

Por siglos se han asociado las estrellas con eventos magníficos, con nacimientos memorables, con un signo de seguridad. La estrella polar en el norte y la Cruz del Sur en el hemisferio sur han guiado a los marineros por el mundo entero.

La estrella bien representa el sentido de la propia vida

Hace dos mil años, narra el relato histórico del Evangelio según san Mateo, una estrella sirvió también de signo a unos magos de oriente. Probablemente eran sacerdotes persas, sabios conocedores de la astronomía, que emprendieron un largo camino, pues sospechan que había de nacer un rey en un país lejano. Al llegar a Jerusalén pierden de vista la guía celeste y preguntan dónde se espera que nazca el futuro rey de los judíos.

Se sobresalta el rey de entonces, Herodes el grande, que hervía de miedo ante un posible usurpador, y había hecho matar ya a sus dos hijos. De prisa reúne a los letrados y sumos pontífices del país, para remitirles la pregunta. El lugar histórico señalado será Belén.

Los magos emprenden el camino hacia la meta y la estrella desparecida brilla de nuevo

“Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría”. Mateo resume así la reacción de los magos. Esa estrella puede haber sido la conjunción de los planetas Júpiter, Saturno y Marte que, según los cálculos de Kepler, habría tenido lugar en los años del nacimiento de Cristo.

Muchas explicaciones científicas se han dado sobre esa estrella y sobre esos magos. Los cristianos siempre las han unido a una intervención de Dios, que guía por un camino de esperanza hacia la felicidad del cielo.

Dante y las estrellas en la Divina Comedia

Dante termina cada una de las partes de la Divina Comedia, el infierno, el purgatorio y el cielo, mencionando precisamente a las estrellas.

El poeta, en su camino desde su crisis y aflicción, desde la selva oscura en que se encuentra, donde nada haya sentido, vuelve a ver la luz con la ayuda de Virgilio. Sube poco a poco hasta ver las estrellas del paraíso. Cuando llega al cielo todas sus necesidades interiores quedan satisfechas, al contemplar a Aquel que mueve el sol y las demás estrellas.

Podemos ver los finales de las tres partes de la Divina Comedia en su original con una traducción explicada.

El canto final del Infierno:

Salimmo sù, el primo e io secondo, / tanto ch’i’ vidi de le cose belle / che porta ’l ciel, per un pertugio tondo. / E quindi uscimmo a riveder le stelle.

El maestro (Virgilio, que guía) y yo (el propio Dante) entramos en aquel sendero oculto para volver a la luz del sol; y sin descansar ni un momento subimos a lo alto, él primero y yo detrás, hasta que vi las estrellas del cielo a través de una abertura circular. Y de ahí salimos de nuevo a ver las estrellas.

El canto final del Purgatorio:

Io ritornai da la santissima onda / rifatto sì come piante novelle / rinnovellate di novella fronda, / puro e disposto a salire alle stelle.

Me alejé del río sagrado completamente renovado, como las plantas jóvenes que florecen y se cubren de nuevo follaje, purificadas y listas para ascender a las estrellas.

El último canto del Cielo:

A l’alta fantasia qui mancò possa; / ma già volgeva il mio disio e ‘l velle, / sì come rota ch’igualmente è mossa, / l’amor che move il sole e l’altre stelle.

Mi elevada imaginación carecía aquí de fuerza; pero ahora el amor divino, que mueve el Sol y las demás estrellas, hacía girar mi deseo y mi voluntad, como una rueda que se mueve de manera uniforme y regular.

Termina Dante su camino hacia Dios, y nos deja enseñanzas similares a las de los reyes magos del Evangelio:

 

  1. Tenemos necesidad de ver la estrella, de encontrar un sentido a la propia vida.
  2. En nuestro camino no estamos solos: los demás son las mejores estrellas, que nos guían.
  3. Alcanzar el cielo requiere un esfuerzo perseverante, iluminado por la esperanza.
  4. La alegría del Cielo comienza aquí en la tierra, cuando brilla una estrella.
  5. Cuando se nubla la vida, detrás sigue estando la estrella lista para lucir de nuevo.

 

La estrella que vieron los magos de oriente hace 2000 años, anunciaba el nacimiento asombroso de Dios entre los hombres. Ese Dios nos pone cinco estrellas. Cuidémoslas y no demos menos a los demás.

Wenceslao Vial

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